¿Es bueno hacerse mascarillas con frutas para la cara?

Miércoles 9 de Septiembre del 2020

No es que estos productos caseros sean dañinos para nuestra piel sino que, tal como cuentan los expertos en dermatología, existen numerosas mascarillas faciales para todo tipo de pieles y patologías perfectamente reguladas, con una cosmética adecuada y con ingredientes activos adaptados a cada tipo de piel

¿Es bueno hacerse mascarillas nutritivas con frutas para la cara?

¿Es bueno hacerse mascarillas nutritivas con frutas para la cara? - Adobe Stock

Con el teletrabajo, las entrevistas han quedado relegadas únicamente al teléfono y a los mails, impidiendo ese contacto cara a cara en el que a veces dicen más los gestos que las palabras. Por eso cuando a un dermatólogo o experto en piel le preguntas si aconseja las mascarillas nutritivas con frutas y vegetales, puedes llegar a imaginarte cómo fruncen el ceño para acto seguido responder un rotundo «no».

Las mascarillas faciales son productos cosméticos que se ponen en la cara, se dejan aplicados durante unos minutos para que realicen su efecto y posteriormente se retiran con agua. Las hay de muchos tipos y composiciones y uno de los ingredientes más utilizados son principios activos de frutas.

No es que estos productos caseros sean dañinos para nuestra piel sino que, tal como explica la dermatóloga Ana Molina, «existe un arsenal de mascarillas faciales para todo tipo de pieles y patologías perfectamente reguladas, con una cosmética adecuada y con ingredientes activos adaptados a cada tipo de piel», por lo que no encuentra sentido utilizar mascarillas caseras de frutas.

«Las marcarillas caseras que uno se hace en casa como las de pepinos (las más famosas) y demás no son recomendables. Argumentan que estas mascarillas de pepino son muy hidratantes porque tienen mucha agua etc., pero esto no significa que ese agua vaya a hidratar nuestra piel», cuenta Ana Molina, experta en dermatología.

Contraindicaciones de las mascarillas caseras

Al parecer, tal como cuenta la especialista Molina, «podría ser contraproducente hacerlas caseras porque pueden producir fitofotodermatosis, que son dermatitis de contacto alérgicas cuando nuestra piel tiene contacto con alguna planta a la que somos alérgicos y luego nos da el sol».

«La función de la mascarilla dependerá de su composición y formulación. Puede ser hidratante, nutritiva, iluminadora, astringente, exfoliante etc, pero en ningún caso las aconsejo», explica Cristina Eguren, dermatóloga miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y directora médica de Clínica Eguren.

«Para mí las mascarillas caseras aportan más riesgos que beneficios. En ellas no sabemos la concentración de principios activos que estamos utilizando, podemos ocasionar irritaciones (en ocasiones severas) y no podemos asegurar la seguridad ni la estabilidad de la fórmula», dice Cristina Eguren.

La misma opinión defiende Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, que advierte que hay que tener mucho cuidado porque ciertos ingredientes, habituales en las mascarillas caseras, pueden provocar irritaciones y otros daños en la piel. «Por ejemplo, el limón puede modificar el pH de nuestra piel, lo que alteraría su función barrera. Las pieles sensibles, con rosácea o brotes de acné, podrían sufrir irritaciones indeseadas si aplicamos productos caseros que no tienen ningún tipo de control. Aunque parezca increíble es muy fácil que al preparar una mascarilla con ingredientes de nuestra nevera, haya alguna bacteria que luego pase a la piel», explica.

Si lo que buscas es cosmética más natural, además de todas las marcas naturales que ya están en las farmacias, Rocío Escalante recomienda también elegir aceites vegetales que se utilizan en remedios ancestrales, como el aceite de coco: «Pero siempre debemos asegurarnos de que ha sido formulado por un laboratorio», concluye.